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EXPEDIENTE LA RIHUELA

  • Jesús Camacho
  • 27 nov 2016
  • 10 Min. de lectura

Nos dirigimos desde Sevilla hasta la localidad de Palomares del Río por la carretera de Sevilla – Coria. Nuestro destino lo tenemos poco antes de tomar la rotonda que nos lleva hasta esta última localidad. Ya desde la carretera podemos divisar, a nuestra derecha, un solitario caserón ubicado a las afueras de Palomares del Río. Nos desviamos a la derecha justo cuando nos encontramos la señal que nos índica el camino hasta esta localidad. Unos dos kilómetros más adelante nos encontramos un cruce de caminos. Precisamente este lugar nos dirige ya a uno de los lugares con más misterio de Sevilla, y porque no decirlo, de Andalucía. Nos desviamos nuevamente a la derecha, por un camino polvoriento. Recorremos con nuestro vehículo aproximadamente un kilómetro y medio. A nuestra izquierda, nos encontramos una imagen, que para quién vaya en plena oscuridad, de noche, impresiona muchísimo. Allí está, la famosa fuente de La Rihuela, emitiendo ese sonido tan particular, que en pleno silencio, parece que nos topamos de lleno con una pequeña cascada de agua. Esta fuente es la antesala, y precisamente nos avisa, que la famosa y popularmente conocida por los habitantes de Palomares como “la casa de la loca” se encuentra a escasos metros de nosotros.


Antes de adentrarnos en el interior de la casa, debemos contar la historia desde el principio. Una historia que nos remonta a épocas remotas, según algunos estudios que no están documentados. Y la cosa se dedujo relativamente fácil. La finca, además de contar con esta portentosa casa, también dispone de un pozo de origen Romano, con lo cual, pronto se deduce que aquellas tierras ya estuvieron removidas en aquella época. Y como bien sabéis, donde había un asentamiento o un pueblo Romano, muy cerca, estaba el lugar de enterramiento, por lo que se supone, y repito que no esta documentado históricamente, en aquel enclave debe existir las antiguas ruinas o tumbas de una civilización Romana afincada en aquel enclave o en sus cercanías.


Pero sigamos recorriendo la historia, de menos a más, de este interesante y enigmático lugar. Precisamente nos paramos a documentar el camino que lleva hasta la casa. El llamado “Camino de La Rihuela”. Un lugar frecuentado todos los días y a todas horas por los vecinos de las cercanías a esta localidad de Palomares y de Gelves. Muchas personas aprovechan para realizar deporte cada día y transita por este enclave, algunos de ellos, sin saber la historia que esconde este camino de tierra.


EL CAMINO DE LA RIHUELA

Cuatro kilómetros de camino; Cuatro kilómetros de historia. Un lugar, en la época de la guerra civil española que se manchó de sangre. Atrás quedaron historias de hombres, mujeres y niños, sangre derramada en paredes de piedra e injustos asesinatos borrados por la poca memoria histórica de algunas personas y estamentos.


Atrás quedaron sollozos y llantos, gritos y lamentos, sonidos que se quedaron de aquel enclave impregnados de dolor y sufrimiento. Atrás quedaron sonidos de camiones, soldados y presos, que suplicaban de rodillas y con lágrimas en los ojos… De nada servía. Mandaba la injusticia, el hambre y la dictadura. Este artículo que sirva también como homenaje justo a aquellas personas que vieron truncada su vida laboral y familiar injustamente. Sonidos de fusil, de balas perdidas que lloraban por aquella atroz batalla que se vivía en nuestro país contra la muerte política.


Entre todas esas muertes injustas, una historia de cinco hombres, conocidos popularmente como: Los Cinco de la Rihuela.

Montados en un camión de color verde oscuro, dirección Gelves. Allí, al final del camino iban a ser ejecutados. De repente, uno de los soldados, ofuscado, quizás porque no tragaba a estos cinco hombres, paró el camión que transportaba a los presos políticos. De repente, tira del camión, uno por uno, a estos y los coloca uno a uno en posición de ejecución. Cinco tiros se escucharon, cinco muertes, en el lugar donde se encuentra una de las casas más famosas de Sevilla: La Rihuela. Allí empezó todo, allí terminó todo. Un lugar en el que a día de hoy se sienten cosas extrañas. Pasos en el camino, sonidos, que se han quedado atrapados en un entorno que presenta muchos y enigmáticos misterios.


En honor de todos los fusilados. En honor de los cinco de La Rihuela de la Puebla del Río, fusilados el 13 de Agosto de 1936.

  • Manuel Lama Suárez (50 años)

  • Francisco Ponce Martín (38 años)

  • José Vargas Garrido (31 años)

  • José Blanco Osuna (29 años)

  • Antonio Gonzalez de la Rosa (31 años)


LA LEYENDA DE UNA CASA ABATIDA POR EL TIEMPO


Muchas son las leyendas que se han contado sobre la historia de esta casa. Recuerdo hace unos años, casi diez años ya, un nombre que era muy temido por todos los curiosos del misterio: Gabriela.


¿Quién era Gabriela? Supuestamente la antigua propietaria de la casa. Buenos mejor dicho, la antigua inquilina, hija de un hombre poderoso de Sevilla y que todo el mundo la llamaba la loca. De ahí, comprendo como le decían los habitantes del pueblo de Palomares de Río a este enclave… La casa de la loca.


De ella se contó que se enamoró del guarda de la finca, un joven, de familia humilde, con quién se escapaba y mantenía una relación. Cuentan los antiguos del pueblo que cuando el padre se enteró de este romance no aprobó la relación, quizás por una diferencia de niveles económicos muy grandes. Este, echó al guardés de la finca, lo despidió. En ese justo momento, según los habitantes de dicha localidad, la joven se vuelve loca y presa de esa locura termina muriendo. Algunos dicen que se suicidó en el pozo; otros dicen que se tal fue su locura que se mordió la lengua y se ahogó con su propia sangre. Muchas habladurías que con el tiempo dieron forma a una leyenda digna de una película de terror.


Pero esa sólo es una parte. Una historia falsa y llena de entresijos. Una leyenda que contaban los habitantes del pueblo, quizás tergiversada cuando fue pasando de boca en boca. La historia, no es tan dura, no habla de suicidio ni de muertes truculentas. La historia, es digna de justicia, de ser contada, de ser transmitida.

HISTORIA REAL DE LA RIHUELA


Año 1905. Nace en Sevilla una niña en la cuna de una familia muy importante. Una niña cuyo nombre es Carmen Ciaurriz Benítez.


Creció como cualquier otra niña. Su vida era muy normal, dentro de lo que cabe, puesto que evidentemente era hija de padres millonarios y con mucho poder en la capital andaluza. Su infancia muy bien, normal, jugaba, le encantaban los dulces, los caramelos… Una niña, según los que la conocieron en vida, muy buena y amable. Pero todo se trunca cuando llega a su adolescencia. En el colegio, precisamente es un profesor la persona que se da cuenta que a Carmen le ocurre algo. No estaba como antes, le costaba trabajo atender, se iba, mentalmente hablando de las clases… Ahí comenzaría la historia de una mujer que cambiaría la vida de los habitantes de Palomares del Río y de los amantes del misterio.

Con quince años de edad, a Carmen le diagnostican un retraso. Un golpe duro para la familia, sobre todo para su padre, Narciso Ciaurriz Velázquez, quién se ve muy afectado por esta noticia. En primer lugar invitan al padre a ingresar a su hija en el único psiquiátrico que había en Sevilla: Miraflores. El hombre, tras visitar las instalaciones, decide que no va a ingresar a su hija en un lugar, donde todo hay que decirlo, en aquella época constaba con unas instalaciones bastantes precarias. Es cuando decide, junto a otra familiar, comprar un terreno en un lugar del aljarafe sevillano. Allí, decide construirle un gran caserón a su hija, con la única esperanza que pasara el resto de sus días feliz en aquel entorno natural. Carmen, una niña… Una mujer muy bien cuidada por personas que estuvieron a su servicio hasta el resto de sus días. Una mujer de la cual, el hijo del último casero, nos relataba, le encantaba andar descalza y por supuesto, los caramelos y los dulces, como ya he mencionado anteriormente. Una chica que pasaba mucho tiempo en el patio interior, en el banco que se encuentra junto al impresionante pórtico y también en el pequeño patio de entradita que se encuentra en la fachada principal de la casa. Su habitación, ese ventanal grande, en la segunda planta, en el que muchos vecinos y testigos dicen haberla visto después de muerta. Una vida cargada de felicidad, que termina con su fallecimiento en el año 1991 a los 85 años de edad, víctima de una muerte natural, como consecuencia de su vejez.


¿Os ha parecido una historia acaso misteriosa? La verdad es que no, pero sin duda, es la verdadera historia de una persona que fue, injustamente condenada, a llamarse la loca.

CARMEN… ¿TESTIGO DE UN ASESINATO?

Verano del 2010. Antonio Garrido, alías “el chato” y su amigo, Juan Lara, si dirigen hasta la casa, ambos acompañados por una prostituta amiga de estos. Nadie sabe lo que pasó, todo son suposiciones, pero sin un motivo claro aparente, Juan Lara, estampa una piedra contra la cabeza de su amigo. El resultado fue la muerte instantánea de un hombre, que a pesar de sus problemas con la justicia, lo más seguro que hubiese estado tranquilamente consumiendo droga.


Es evidente que cuando existe una muerte de este tipo, sea el lugar que sea, la huella de lo macabro se queda impregnada. Esto precisamente fue lo que ocurrió en dicho enclave. A partir de este asesinato, los pocos fenómenos paranormales que ocurrían en el interior de la casa se vieron incrementados notablemente, hasta el punto de lograr captar psicofonias de toda índole. Recuerdo precisamente una que logré registrar que me puso los pelos de punta. Una voz ronca, de hombre, justo en el lugar donde asesinaron a Antonio Cordero… La voz decía: “Te van a ver, loca”… ¿Casualidad o no? Una psicofonía en la que se pronunciaba la palabra loca, precisamente como algunas personas del pueblo le decían a la buena de Carmen Ciaurriz Benítez.


Tras este asesinato, condenaron a Juan Lara a doce años de prisión, la cual, continúa cumpliendo actualmente en una cárcel muy famosa situada a las afueras de Sevilla.


Poco más se puede decir de un caso, que lo tiene custodiado la Guardia Civil. Eso sí, todos y cada uno de los investigadores que conocíamos la casa en el antes y el después de estos hechos, sabemos que algo cambió en su interior. Para muchos, el alma de “el chato” continua vagando sin descanso entre las viejas paredes de esta casa, a día de hoy, conocida por muchas personas de toda España.

HECHOS PARANORMALES QUE ACONTECEN EN SU INTERIOR

Es cierto, ocurren fenómenos paranormales en el interior de esta casa. Pero no sólo ahí, sino también en su entorno, en los alrededores. Y es que muchas personas que acuden al lugar, lo hacen buscando el fantasma de Carmen y de “El Chato”, y aunque es evidente que si, que están aferrados a este mágico lugar, también podemos encontrar numerosos fenómenos extraños producidos por otras energías. Como por ejemplo los fenómenos paranormales que se le atribuyen a cinco presos políticos fusilados muy cerca de la casa. También es de reseñar, que justo donde se encuentra el patio exterior del caserón, en el camino que lleva a la puerta principal de este, es posible que haya enterramientos romanos. Aunque no está documentado, también hay que decirlo. Algunos habitantes del pueblo, también cuentan una historia de una niña que es atropellada en el camino original que antiguamente existía, antes de hacer el de La Rihuela. Este pasaba por detrás de la casa, y de allí, se cuenta que una niña fue atropellada por un coche mientras jugaba entorno a él.


Diez años de investigación. Diez años de encuentros en el lugar… encuentros cara a cara con el misterio. También, por supuesto, encuentros con lo explicable. Si han leído bien. Muchas cosas explicables, para seros sinceros. Pero la gran mayoría de las cosas que nos han ocurrido en el interior y exterior de este lugar, no han tenido una explicación lógica.

Diez años de voces extrañas, gritos y lamentos… De psicofonías captadas por las grabadoras de sonidos, de imágenes registradas a través de una cámara de fotografía. Sensaciones encontradas, cambios de temperaturas escalofriantes, algunas visiones extrañas… Un entorno con cierto magnetismo, no sólo por las extrañas vivencias dentro de la etiqueta “paranormal”, sino también de visiones y testigos de un avistamiento de un posible ovni en los años 80.


Sin duda, un enclave que hay que seguir investigando hasta que se pueda, porque son muchas las personas que viven hechos extraños e inexplicables en La Rihuela. Vivencias, que vienen dándose quizás, desde épocas remotas.

ALGUNOS RESULTADOS Y COSAS CURIOSAS QUE NADIE SABE

Imágenes antiguas del patio interior de la casa de La Rihuela.

Fotografía muy buscada por muchas personas que el equipo de Zona Desconocida posee y la pone a disposición por primera vez para que todos los amantes del misterio las puedan ver. Esta está realizada en el patio interior de la casa de Carmen y las personas que salen en ella son los últimos caseros que la estuvieron cuidando. Una foto para la posteridad y que el hijo del último casero, un anciano afincado y viviendo actualmente en la localidad de Palomares del Río, nos cedió con mucha amabilidad.

Estas imágenes jamás ha sido emitidas públicamente por nadie y el equipo de Zona Desconocida las saca a la luz pública después de diez años de investigación, histórica y parapsicológica.



Un asesinato polémico, lleno de historias en el presente

Imágenes del periódico digital ABC. Precisamente habla del crimen que se llevo a cabo en el interior de la casa. Ya de por sí el titular es bastante curioso. Ya habla de una casa embrujada. El crimen fue cometido a manos de Juan Lara Gómez, vecino de la localidad de Coria del Río. Nuevamente desvelamos por primera vez en la historia de este caso las imágenes reales, nunca jamás vistas, del asesino de Antonio Cordero alías “El Chato”.


Pero no sólo hemos emitido por primera vez en la historia del caso “La Rihuela” la fotografía del asesino de Antonio Cordero Garrido “El Chato”, sino que por primera vez y en primicia, vamos a desvelar el rostro de este. Una investigación que nos ha llevado muchos días, meses y años, sol y lluvia, frío y calor… Años en los que ha merecido la pena estar ahí, tras la verdad del caso.


A continuación os mostramos la foto del asesinado, El Chato, tras años de investigación.

Por supuesto, en honor de este hombre. Siempre haciéndole un homenaje, porque no tuvo culpa alguna de haberse topado con la muerte en el interior de aquella casa.


Para el fiscal que llevó el caso, el crimen ocurrió por motivos de celos, ya que fue después de que Antonio Cordero estuviera en su coche, supuestamente manteniendo relaciones sexuales con la prostituta que los acompañaba a ambos. Fue entonces, cuando Juan Lara, esperó a que su amigo regresara a la casa, se agachara a abrocharse los cordones de los zapatos y en ese momento, mientras estaba distraído mirando hacia abajo, cuando golpeo por dos ocasiones con un martillo a “El Chato”. Después de haberlo dejado inconsciente, golpeó nuevamente a este con una piedra, esta vez sí, ocasionándole la muerte en el acto.


En memoria del Antonio Cordero Garrido, Descanse en Paz.


A día de hoy continuamos investigando este lugar, tras más pistas y documentos que podamos aportar. Los casos de misterio nunca se acaban, siempre siguen presentes. Quiero agradecer, la colaboración de muchas personas en este caso, un artículo que he querido titular “La Rihuela, expediente abierto”. Seguiremos tras el misterio, tras más pistas que nos desvele la casa.


Seguiremos aportando la verdad, con documentos físicos, de nuevas pistas que, quién sabe, nos abra nuevos caminos.

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